La construcción de navatas acaba de comenzar, según la tradición hay que ir a cortar los verdugos para las sargas en la primera mengua de febrero. La sarga es una planta que crece en las riberas de los ríos y que trabajada sirve como soga para juntar los troncos de las navatas. El resto de la actividad se realiza días antes y la misma día del descenso en el momento en que se prepara la embarcación. En el río Cinca.Laspuñaes el punto de encuentro desde el que partirán las navatas el20 y 21 de mayo, que van a llegar hasta el puente deAínsa.
A pesar de la lluvia y la pandemia, los navateros de la Galliguera se reunieron en los alrededores de Murillo de Gállego para finalizar la construcción de una navata testimonial. En condiciones normales, estas embarcaciones hubiesen empezado su descenso poco antes del mediodía, para cubrir el recorrido entre la playa de Murillo y el puente de hierro. Es por este motivo que la asociación no quiso dejar de recordar los preparativos de los días anteriores, aun a sabiendas de que la navata se quedaría en «dique seco». De esta manera, el sábado se terminaron de atar los verdugos y de cambiar los remos, a fin de que ayer estuviera todo listo en el que hubiera sido el descenso número 28 de las navatas por el Gállego.
Durante todo el objetivo de semana se va a vivir intensamente esta fiesta a riberas del río con la construcción de las embarcaciones, ofrendas, bajada de kayak y piragüistas, baile habitual… Podéis preguntar el programa completo en su página. ElX Descenso de Navatas por el Río Aragón Subordántendrá sitio el próximo fin de semana,el 6 y 7 de mayo. Durante todo el día del sábado podréis gozar de“Hecho en los Pirineos. Mercado agroalimentario”, a fin de que podáis conocer los productos autóctonos que elaboramos ya hace cientos y cientos de años.
Navateros Roble
Desde la coordinadora, se espera que el próximo año se logren retomar todas y cada una de las actividades habituales en torno al río Gállego. «Ya que imagínate, que llevábamos 18 años ininterrumpidos haciendo el descenso por el río. En este momento estamos con muchas ganas para llevarlo a cabo el año que viene a conocer si nos dejan», manifestó Borau, sobre sus sentimientos de quedarse en tierra por segunda vez sucesiva. Las mejores fechas para bajar las navatas eran los \’mayencos\’, en primavera y en especial el mes de mayo, cuando los ríos del Pirineo incrementaban el caudal por el deshielo. En la mayoría de los casos, nunca bajaba una navata sola sino más bien varias, cerca unas de otras, conducidas por varios almadieros del mismo grupo. El día grande coincidió con el descenso de las siete navatas preparadas a lo largo de meses antes por la Asociación de Navateros del Sobrarbe que había adquirido para la ocasión hasta 300 metros cúbicos de madera de pino y abeto.
En el ropero, a modo de horquilla, se colgaban las alforjas, la bota de vino y la ropa. Consiste en un bajorrelieve de un navatero creando la navata o empuñándola en un descenso por el río. En el relieve transporta impreso el título de obra y “LASPUÑA, Mayo 1991” Su autor es el escultor oscense Javier Sauras.
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Este fin de semana tendría que haber comenzado el periodo de tiempo de los descensos as las navatas por los ríos Gállego, Cinca y Aragón, pero la pandemia, por segundo año consecutivo, lo ha impedido. Exactamente en esta última localidad desearon rememorar este tradicional oficio, que dejó bajar la madera de los bosques pirenaicos a las ciudades, con la colocación de una de estas barcas, a las 11.00 horas, para el placer de los ayudantes. El viejo oficio de almadiero consistía en transportar por los ríos la madera cortada en la montaña hasta el llano o el mar donde estaban los aserraderos. El progreso, las carreteras y los pantanos hicieron que este singular modo de navegación desaparezca completamente en España antes de 1950.
La navata es una interfaz de leños atados para ser conducidos flotando por el río. Fue, durante siglos, la forma de transportar los árboles, talados en los bosques del Pirineo aragonés, hasta las villas y ciudades situadas en el centro de la zona o hasta Tortosa, cerca ahora del mar. El término aragonés navata tiene el mismo concepto que el castellano almadía o el catalán rai. El viejo sistema de transporte fluvial de la madera dejó de usarse en la época del siglo XX. En las últimas décadas vuelven a navegar navatas por el ríos Cinca y Gállego, pero sólo como parte del programa de actos de ciertas jornadas festivas o reivindicativas. La meta de la bajada de las navatas hoy en día no ya es transportar la madera sino más bien sostener viva una actividad clásico para eludir que se pierda.
La familia Otto Bestué viene dedicándose al cultivo de la vid y el vino en sus fincas ubicadas en Enate ya hace mucho más de tres siglos. El día de hoy, una limitada selección de botellas, elaboradas desde uvas que proceden de sus viñedos, hacen gala de esta tradición, representando en sus vinos el terroir y tipicidad de esta especial región del Somontano. El pasado mes de diciembre, Pallaruelo fue testigo privilegiado de la colocación de un monolito en honor a los navateros que tuvo lugar en su pueblo. Pallaruelo era, al lado de Domingo Tomás y Luis de Sastre, uno de los tres últimos vecinos de la zona que practicaron el trabajo de navatero y integrante de una de las sagas más importantes de navateros, los Pallaruelo. El maestro navatero José Pallaruelo falleció ayer a los 89 años y su funeral se festejará hoy, a las 11.00 horas, en su pueblo, Puyarruego. Para comprender mejor y de manera visual la civilización de la navatas os aconsejamos este vídeo que es un fragmento de un documental de Eugenio Monesma.
Fallece A Los 89 Años El Profesor Navatero José Pallaruelo
Sin embargo, desde hace unas décadas se ha recuperado y estudiado la tradición y cada dos años se festeja un acercamiento internacional. El último ha tenido lugar en el Pirineo aragonés, donde, durante múltiples días del ya transcurrido mes de mayo, se brindaron cita delegaciones de diez países. En el evento del ya transcurrido mes, había multitud de pequeños y jóvenes, llegados más que nada desde el valle navarro del Roncal, donde el descenso de las almadías tiene enorme tradición, de la misma en los ríos catalanes del Pirineo. El epitafio del tráfico almadiero en España transporta fecha del 31 de julio de 1949.
La partida de madera la compra de año en año la Asociación de Navateros del Sobrarbe, organizadora del encuentro. Una vez terminado el descenso, la madera se destina a leña o se vende a algún aserradero para crear muebles, puertas o viviendas. Esa tala forma parte del cupo asignado todos los años a los municipios del Pirineo para explotar, adecentar o clarear los bosques. La recuperación de la tradición se inició en el primer mes del verano de 1983, cuando un grupo de siete navateros del Sobrarbe, de sobra de 60 años cada uno de ellos, edificó una navata y la condujo por el río Cinca desde Escalona hasta Aínsa. El Centro Aragonés de Antropología, Severino Pallaruelo y el cineasta Eugenio Monesma fueron los promotores de la iniciativa que quedó plasmada en un libro y un vídeo que se titula \’Los últimos navateros\’.
El propósito de la Asociación Internacional de Navateros y Almadieros que organiza los encuentros es el estudio y la difusión de este transporte frecuente en todos y cada uno de los grandes ríos del mundo. En la última reunión se decidió crear un comité solicitado de llevar a cabo estudios científicos. Cada navata consta de 2 \’trampos\’ o tramos de leños atados con fibra vegetal y proveída de dos timones, uno delante y otro detrás, con los que los almadieros rigen la embarcación.
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La civilización de las navatas(nabatas en aragonés) fue declarada reciéntemente comoBien de Interés Cultural Inmaterialpor el Gobierno de Aragón. Este reconocimiento resguarda la tradición del descenso de estas embarcaciones y se une a los otros 2 recursos de interés cultural inmaterial ya existentes en la Red social Autónoma aragonesa tal como lo son la Contradanza de Cetina y la Trashumancia. Su labor en la transmisión de su conocimiento de las navatas –que previamente se usaban para descender la madera por el río– alcanzó a su hijo, que cada año participa en el descenso por el río Cinca. Exactamente, este año se celebra el 30° aniversario de la recuperación de este evento. Los navateros de la Galliguera, adjuntado con la Coordinadora Biscarrués Mallos de Riglos, recobraron este descenso testimonial hace ya 18 años, en las jornadas culturales de la Galliguera.