Comida Típica De Huesca: Ternasco, Huerta Y Muchos Dulces

Si bien les sobran motivos para estar orgullosos del patrimonio gastronómico que tienen, no se charla lo bastante de todo el mundo culinario oscense. La alta gastronomía, en sus diferentes ediciones se adapta a todos y cada uno de los públicos y se reparte desde la capital por toda la provincia. Tampoco faltan las tiendas y las pastelerías gourmet, que ponen ese punto goloso a cualquier viaje a la ciudad. La Llebrada es uno de los platos más representativos de la culinaria oscense.Constituye un listo derivado de la caza menor y no es mucho más que un guiso de liebre, marinado desde la noche anterior a su degustación en vino tinto.

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Esto es, una forma de cocinar la harina de distintos cereales con la intención de hacerla mucho más asimilable. Mientras se hacen al fuego se aderezan con distintos ingredientes (carnes, chacinas, ajo…), que son los que le dan sabor al plato. El coc de Fraga es la versión oscense de la tarta de manzana, pero sin manzanas. Como hemos citado, los vinos de la zona pueden ser los mejores acompañantes y maridajes de muchos de los platos habituales oscenses. Cualquier lugar de este país que visitemos nos recibirá con variados encantos y tradiciones, muchas de ellas similares con la gastronomía y los platos habituales. Tal es el caso de Huesca, una provincia que atrapará el paladar hasta de los visitantes más exigentescon sus preparaciones culinarias recias, compuestas mayormente de carne.

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Es esencial blanquear los huesos si están muy sucios, para adecentar los. Se efectúa poniendo estos con agua fría al fuego y cuando rompa el hervor retirar y escurrirlos. Picar las patatas finamente, recortar el pan a láminas y mojar un tanto con agua de ajo . Agregaremos los caracoles hervidos, dejando terminar el arroz otros diez minutos.

En los dulces debemos añadir azúcar en el interior, antes de cerrarlo, y sobre la masa. Las farinetas son la versión aragonesa de las tradicionales gachas, con una gran tradición en estas tierras. Indudablemente, hablamos de un plato consistente, idóneo para ofrecer una dosis de energía extra en los duros inviernos en esta zona. Si se sirve como tapa, se corta el cordero a rodajas y se reboza con huevo y harina, para que quede más crocante. Para saborear estas chiretas, tienes que visitar las comarcas del Sobrarbe, Somontano y Ribagorza. La trenza de Huesca también es conocida como trenza de Almudévar, pues es originaria de esa ciudad de la comarca de la Hoya de Huesca.

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Arbiello significa en aragonés “esófago de animal”, el que se usa para embutir este alimento. Para todos los que les encante tomarse un piscolabis de vez en cuando y gozar de un óptimo embutido, este producto les va a encantar. Para saber su origen y degustarla de primera mano, nos dirigimos hasta el hermoso pueblo de Graus. La Longaniza de Graus es una delicatesen en la gastronomía de Huesca que tienes que probar si o si. Integrar la cebolla, el ajo y el laurel rehogar y mojar con el vino, reducir. Aromatizar el aceite con los ajos enteros y retirar, dorar el pollo y bajar el fuego a fin de que se cocines despacio.

Hablamos de un bollo de importante tamaño , hecho al horno y en cuya masa se intercalan frutos secos y pasas. Más que nada, en el momento en que se preparan al horno de leña, sin más aderezo que unas patatas, un poco de vino y nuestro jugo del ternasco. Aunque asimismo resulta suculento en guisos como la caldereta, frito o sobre brasas. Hasta esta tienda convertida en un museo viviente, hay que arrimarse a admirar su historia y, por qué razón no, a obtener ciertos de sus modelos gourmet con sello Huesca.

Corderos de unas semanas, que no sobrepasan en canal los 12,5 kilos de peso y cuyo sabor resulta completamente característico. La provincia tiene el vino de denominación de origen Somontano, que significa al pie del monte. En el Valle de La Fueva, sitio lleno de paz y calma se han ido preparando unos platos habituales, sus recetas … Los empanadicos del prominente Aragón, es una de esas recetas que debes evaluar si o si en una visita a esta zona de Huesca.

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Concurso de Tapas de Huesca ha impulsado en los últimos tiempos la elaboración de recetas más recientes. A la hora de elegir una bebida para acompañar esta increíble gastronomía la opción mejor es indudablemente el vino. Ternasco de Aragón, lo más común es saborearlo asado, pero también se puede encontrar a la pastora o guisado al chilindrón. Bacalao, traído en salazón desde las frías aguas donde se pesca al interior del país. Marcada por su localización a los pies del Pirineo Aragonés, son platos concluyente que ayudan a batallar los fríos inviernos.

Si bien dependiendo la región tienen la posibilidad de tener otro nombre, como por ejemplo en Barbastro se pueden conseguir como «pastillos». El empanadico es una empanada dulce que se elabora con diferentes rellenos, aunque el más empleado es el de calaba y pasas. Si no te consideras un gran seguidor de los tomates, es pues no probaste el Tomate rosa de Barbastro. Por eso, visitamos esta localidad tan bonita de la provincia de Huesca, rincón de donde proceden estos deliciosos tomates. Hablamos de un tomate grande muy carnoso, con una piel fina y que solamente tiene semillas.

Todo ello unido a los productos de caza y regado con los vinos del somontano lo convierten en un verdadero exitación para los amantes de la buena mesa. El Recao de Binéfar es un plato tradicional aragonés, cuyos principales elementos son las judías blancas con ajo, las patatas y el arroz. La gastronomía y comida propia de Huesca se identifica por estar basada sobre todo en recetas tradicionales con productos de la zona como las carnes o verduras como la borraja, el cardo o los espárragos. Las farinetas de Aragón son, en la comida propia de Huesca, el semejante a las gachas castellanas o el gofio canario.

Trabajar con la mano y en un recipiente la leche ardiente, el vaso de aceite y la harina que admita. En el momento en que se separe del borde del recipiente, la estiraremos con un rodillo sobre un papel. Huesca asimismo es nombrada por la diversidad que da para el “tapeo”. Bares, sitios de comidas, pastelerías, complementan su oferta gastronómica para retribuir un alto en las compras o un reposo del visitante en el paseo por las calles de la región. Huesca ha conocido situarse en el chato gastronómico como entre las ciudades de visita obligada para gozar de un excelente repertorio de especialidades propias.

Para elaborarlos se intercalan las hojas de esa planta con una masa de harina, huevo, azúcar y leche y después se fríen en abundante aceite de oliva virgen extra. Se pueden acompañar con helado, nata, miel y, generalmente, con cualquier tipo de salsa dulce. Indudablemente, lo destacado para casar la mayoría de los platos de la comida típica de Huesca es alguno de las etiquetas de vino de la D.O.P. Somontano. Caldos producidos en esa zona cercana a los Pirineos, con un microclima y una geología idóneos para la producción de vinos de gran calidad. El recetario tradicional de la región es la base de inspiración de la cocina de Eduardo Salanova en el lugar de comidas Espacio N -entre los locales Estrellas Michelin con los que cuenta la provincia.